viernes, 3 de julio de 2009

¿Te Gustaría Meditar?

La palabra «meditación» viene del latín meditatio, que originalmente indica un tipo de ejercicio intelectual. De este modo, en el ámbito religioso occidental se ha distinguido entre «meditación» y «contemplación», reservando a la segunda un significado religioso o espiritual. Esta distinción se vuelve tenue en la cultura oriental, de forma que al comienzo de la influencia del pensamiento oriental en Europa, la palabra adquiriría un nuevo uso popular.

Este nuevo uso se refiere a la meditación propia del yoga, originada en India. En el siglo XIX, los teósofos adoptaron la palabra «meditación» para referirse a las diversas prácticas de recogimiento interior o contemplación propias del hinduismo, budismo y otras religiones orientales. No obstante, hay que notar que este tipo de práctica no es ajena a la historia de Occidente, como muestran descubrimientos de vasijas celtas con figuras en postura yóguica.[1]

La meditación se caracteriza normalmente por tener algunos de estos rasgos:

Un estado de concentración sobre la realidad del momento presente
Un estado experimentado cuando la mente se disuelve y es libre de sus propios pensamientos
Una concentración en la cual la atención es liberada de su común actividad y focalizada en Dios (propio de las religiones teístas)
Una focalización de la mente en un único objeto de percepción, como por ejemplo la respiración o una recitación de palabras constante
La meditación no solo puede tener propósitos religiosos sino estar también enfocada al mantenimiento de la salud física o mental, e incluso propósitos de conexión cósmica para encontrar respuestas a preguntas universales que a lo largo de la Historia el ser humano ha tenido. Existe una amplia variedad de guías y enseñanzas para la meditación, que van desde las que aparecen en las religiones hasta las terapéuticas pasando por las propias ideologias de ciertos individuos. Estudios científicos han demostrado que algunas técnicas de meditación pueden ayudar a mejorar la concentración, la memoria y mejorar el sistema inmunológico y la salud en general.


Ahora que tenemos nociones de su significado podemos comenzar.
¿Alguna vez practicaste meditación?...Si no es así te invito a hacerlo.
Busca un lugar donde nadie te interrumpa, si te agrada podés colocar en un hornito
de cerámica algún aroma que sea de tu agrado, también podés elegir alguna música
suave o con sonidos de la naturaleza que te ayude a abstraerte .No es imprescindible
que estés recién bañado y con ropa cómoda y limpia pero si fuera posible sería más
agradable para tí.A veces no disponemos de un lugar físico donde retirarnos a meditar
así que más adelante aprenderás como crear ese lugar especial en tu mente.
Tomamos asiento en una silla si es que no podemos efectuar la posición de loto.
lo importante es que mantengamos la espalda y la cabeza derechas , pero que no sea
una posición forzada, pues de ser así la incomodidad no nos permitiría concentrarnos
Muchas veces estamos contracturados por alguna afección a la columna o simplemente
por las tensiones diarias, por eso comenzamos moviendo (despacio y con delicadeza)
La cabeza hacia el hombro izq, hacia atrás, hacia el hombro der y la dejamos caer
hacia el pecho suavemente.Realizamos este ejercicio tres veces y luego hacemos una rotación completa , si notamos que aún seguimos tensos volvemos a realizar este ejercicio.Al sentarnos verificamos que la cadera este más alta que las rodillas para
evitar molestias o cansancio.empezamos: cerramos los ojos y realizamos una inspiración profunda(inspiramos y exhalamos por la nariz)repetimos tres veces.
nos concentramos en nuestra respiración, sentimos como el aire penetra sin esfuerzo
y va relajando nuestro cuerpo nuestras manos están apoyadas cómodamente sobre las
piernas, sentimos como el aire que entra baja hasta nuestro vientre.
Seguimos inspirando suavemente, profúndamente.nos vamos sintiendo en paz, en armonía.
Ahora imaginamos que el aire que inspiramos tiene un leve color celeste,imaginamos
que llevamos ese aire de color celeste hacia los lugares de nuestro cuerpo dondesentimos una dolencia o una molestia,ahora visualizamos(imaginamos) como el aire remueve ese dolor y lo expulsa fuera de tu cuerpo,imagina el aire que es expulsado como de color gris, vuelve a repetir esta inhalación y exhalación cuantas veces consideres necesario recuerda que eres tu quien guía esta meditación.
Antes de abrir los ojos ,siente tus manos y aflójalas por unos segundos, ahora tus piernas tus pies,la cabeza(vuelve a rotarla despacio,¿se siente más liviana?),siente
todo tu cuerpo con energía renovada, abre los ojos y agradece al universo o a Dios(como le llames está bien)esta experiencia que acabas de vivir.
Te gustó?..en cualquier momento realizamos otra.

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