Vamos a nuestra habitación especial donde no seamos molestados,
colocamos el mandala elegido en una pared bien iluminado, tratamos
que el resto de la habitación quede en penumbras.
Ponemos el hornito de cerámica con alguna esencia agradable.
Si podemos ;poner sonidos de campanas tibetanas o alguna otra
vibracion que acompañe la meditación.
Nos sentamos frente al mandala en posición de loto o sentados en una
silla tratando de que la cabeza y la espalda estén lo más derechas posibles
pero que la posición no sea forzada,aflojamos cabeza y cuello.
Comenzamos recorriendo con la mirada todo el mandala, hasta detenernos
en el punto que elegimos para concentrarnos en él.
Admiramos su forma y su color, vamos fijando la vista hasta concentrarnos
sólo en el color
Cerramos los ojos y respiramos profundamente ,(dos o tres veces).
Ahora imaginamos que entramos por él, ya somos parte del mandala.
¿Que sensaciones nos causa?¿Sentimos nuestro cuerpo? ¿Alguna emoción?.
Tratar de no pensar, sólo sentir.
Cuando decidamos vamos saliendo del mandala, antes de abrir los ojos,
hacemos un recorrido mental por nuestro cuerpo los pies, las piernas, y
vamos subiendo hasta sentir todo nuestro cuerpo relajado , inspiramos,
exhalamos y ya podemos abrir los ojos, ¿como estuvo?.Agradecemos a Dios
o al Universo por lo experimentado.
*Estos mandalas son obra de Rafael Perez Echeverria
artista uruguayo contemporáneo.
La técnica utilizada es puntillismo (óleo)
Si querés sorprenderte visitá su blog:
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