jueves, 2 de julio de 2009


Montevideo, mayo 2004

Esta carta fue escrita desde el corazon espero que sea leida con los ojos del alma para que puedas entenderla.
Quiero contarte que toque fondo, toda mi vida estuvo llena de problemas;económicos, emocionales y de salud
pero siempre encontré dentro de mi el apoyo que necesitaba para salir a flote.
Cuando las cosas van mal, hay gente que se abandona o culpa a los demas, a mi nunca me habia sucedido esto
por mas oscuro que estuviera el panorama, me guiaba una luz constante que me hacia ver que hasta de lo malo
se puede sacar provecho.
Cuando mis hijos me faltan el respeto les advierto sobre las consecuencias de tal acción, pues hubo un tiempo en
que ignoré las advertencias del padre (DIOS) y segui adelante, algo mas sucedió y volví a ignorarlo , hasta que un dia,
no se como, todo dejo de tener sentido, mi corazón se abrió al rencor y mi cuerpo sufrió el dolor.
Ya no me sentí pertenecida a ninguna parte, ni siquiera a mi familia, me molestaba atenderlos como siempre lo habìa
hecho, me ponìa de mal humor que no me ayudaran cuando lo necesitaba; cada día se habìa convertido en una agonía.
No creas que dejé de hacer lo que siempre hacía, iba al super, cocinaba, limpiaba, ayudaba a mi hijo con los deberes,
escuchaba al que necesitara, incluso daba limosnas a los pobres; pero dentro de mi no habia amor.
Me dí cuenta cuando dejé de maravillarme por las cosas sencillas de cada día.
Antes , cuando viajábamos al trabajo, pasábamos por el prado y yo distinguía más de diez tonos de verde y me extasiaba
con las formas de las hojas, mi esposo decía que estaba loca porque el no veía lo mismo que yo.
No me importaba, todo me sorprendía y me entusiasmaba, me alegraba la vida y a la vez trasmitía esa alegría a los que
me rodeaban.
Cuando esto se perdió, empecé a pensar que no valía la pena seguir viviendo; cada día era un calco del anterior.
Le pedí a Dios que protegiera mi alma y las de los míos, porque estaba segura que no iba a vivir mucho tiempo más.
Un día leí en un folleto una propaganda de un centro de sanación holística , no sé porqué algo me impulsó a ir a ese sitio
y fué allí donde me reencontré conmigo, perdoné y me perdoné y descubrí que el Padre todo lo perdona si nos aceptamos
a nosotros mismos y a los demás.
Si nos reconciliamos con nosotros mismos y con los demás la llama del amor vuelve a encenderse dentro de nosotros.
Porque no podemos dar más que de nosotros mismos, porque si no damos desde el amor, de nada sirve lo que damos.
Hoy me miro por dentro y ya no hay rabia, no hay rencor, sólo siento paz y tengo que compartirla con todos y no me
importa si algunos piensan que estoy loca, me encanta esta locura que me lleva a dar gracias cada día por lo que tengo,
por lo que soy, porque se me permite acercarme a los demás y darles un mensaje de amor
Cada uno de nosotros es único, la luz del espíritu brilla desde el corazón..

2 comentarios:

  1. me identifico totalmente con el relato ,
    maravilloso, gracias por compartirlo

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  2. De eso se trata, de compartir
    gracias por visitar mi blog (Cris)

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